09 septiembre 2007

Bienvenue pettite


Juli los tenía en su casa de Paraguay. Me dijo varias veces que fuera al lugar donde los compró, que estaba bueno y era barato. Pero la lentitud y dejadez casi siempre me pueden. Por eso, aunque hace ya casi un año y medio que sé que la casa no tiene placares, sigo guardando las cosas en el placard de mi hermana, me lamento porque mi cuarto es el más aóndico de todos, hay apuntes y cajas tirados por ahí, y el equipo de música no anda.

El naranja se estira y se hace divancito individual y hay dos más, uno rojo y uno marrón (¿o bordó? ¿seré daltónica?). Cuando somos muchos para cenar, hacemos cena japonesa y vamos a la mesa ratona, que es más cómoda. Es una de esas mesas como de campo, con un cajón dividido en compartimentos y un vidrio encima que deja ver qué hay dentro del cajón y de cada uno de los compartimentos. Los que ahora tienen 40, la decoran con flores secas y semillas. Yo le puse unas fotos, una cerámica que nos robamos con Flor de Casapueblo, unas postales, unos dibujos de mi hermana y unos ojitos de colores, que ella también pintó en unas semillas o carozos. (Por dios. Creía que la mesa tenía onda con lo que yo le había puesto. Pero no: yo también le puse semillas.) La cosa es que mi hermana odia la mesa, yo no tanto, pero ahí está, y cuando somos muchos a cenar la usamos para comer porque en la otra entramos mejor, pero todavía no hay tantas sillas. Y los pufs vienen de pelos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

ehh!! qué bueno!! merci ma chère.. están buenísimas las fotos. besote, Juli.

Unknown dijo...

si es el de la foto, es bordó, y vos, daltónica. Si no es, bueno, no es y no sos.
Oh, no se entiende.

Neto dijo...

es violeta

Anónimo dijo...

Claramente no es violeta.
m.-

Anónimo dijo...

ah, y sí. el puf del daltonismo es el de la foto.
m.-

Unknown dijo...

ahora que lo veo bien es violeta violeta. Aunque todo depende del monitor con que se lo mire. (¿Será esta una nueva manera de relativizar en la posmodernidad?)

Marrón seguro que no.